Una historia de aventura y naturaleza patagónica

Desde 2002, Cerro Frías acompaña a quienes buscan vivir la Patagonia con autenticidad. Fundado por Alejandro Bárcena con cabalgatas en Estancia Alice, fue creciendo paso a paso: primero sumó 4×4 tras habilitar un camino hacia la cima, luego escenificó trekkings, y en 2009 inauguró una tirolesa de 4 tramos de 500 metros, una de las más largas de Sudamérica.

Nuestra historia

Cerro Frías nació en el corazón de la Estancia Alice como un sueño de compartir la esencia de la Patagonia. Lo que comenzó con simples cabalgatas fue creciendo hasta convertirse en un espacio donde la aventura se une con la hospitalidad y el respeto por la naturaleza.A lo largo de los años, miles de viajeros descubrieron en sus senderos, bosques y miradores un lugar único para vivir la inmensidad patagónica. Más allá de cada excursión, lo que distingue a Cerro Frías es el calor humano de su gente, la tradición de recibir y la pasión por ofrecer experiencias auténticas que dejan huella.

El espíritu de Cerro Frías

Lo que nos distingue no es solo la variedad de actividades, sino la manera en que las compartimos: con respeto por la naturaleza, seguridad en cada paso y la calidez de un equipo que ama lo que hace. Tras la aventura, el quincho se convierte en el lugar de encuentro donde los sabores caseros y la hospitalidad local redondean una experiencia auténticamente patagónica.

El Quincho: El rincón donde concluye la aventura

Al culminar cada excursión en Cerro Frías —ya sea cabalgata, trekking, 4×4 o tirolesa— te espera nuestro emblemático Quincho de la Estancia Alice.

Equipado con capacidad para 130 personas, este espacio acogedor está pensado para recibirte con comodidad y calidez. Sus grandes ventanales enmarcan panorámicas imbatibles del valle del Río Centinela y la cordillera, incluyendo las Torres del Paine.

Allí podrás relajarte y recargar energías con un almuerzo, merienda o cena, según el horario de tu salida, mientras compartís los mejores momentos con tus compañeros de aventura.